Hace falta llegar a la edad de la madurez,para darnos cuenta que la mejor época de la vida fue la niñez,cuando el ser descansaba plácido en la cuna de la inocencia,hecho que no era percibido por nosotros en ese entonces.Lo clásico suele ser estar ansioso por ser mayor,sin saber exactamente que es "eso de ser mayor".
Con la limitacion de la inexperiencia nos parece que ser grandes es el estado óptimo del ser humano(es obvio que lo será en la perfección)pero por ahora creo firmemente que el estado óptimo(aunque incompleto)del ser humano es ser niño.Por algo el propio hijo de Jehová dijo que el Reino de Dios pertenece a los que son así.¡Cuanto anhelo el día,como Jehová ha prometido,en que "no llegue a haber un niño de pecho de unos cuantos días de edad,ni un viejo que no cumpla sus días",cuando Dios cree los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra(Isaias:65:17,20) Mientras tanto lo mejor es observar a los niños y tratar de reflejar las cualidades que son inherentes a la niñez...la inocencia,la falta de rencor,la ausencia de orgullo..la falta de vergüenza para exteriorizar sus sentimientos y sobre todo;su sinceridad y credibilidad.
Al observar a mis propios hijos veo en ellos estas cualidades y otras,también veo inevitablemente imperfección y una tendencia innata hacia el error...pero que podemos esperar;el molde de donde salieron es imperfecto,y éste salió a su vez de otro y otro y otro que eran imperfectos.
Sin embargo llegará el día en que la imperfección será borrada junto con el pecado y la muerte y todos seremos como niños ...y las bendiciones del Reino de Dios nos pertenecerán.De esas bendiciones habla este cuento para niños que escribí en Diciembre de 1995,nunca le puse titulo....
_Las tres de la tarde en la llanura.El sol es nítido en esta primavera reciente.
Las hojas secas se alternan con otras verdes,nuevas,llenas de vida.Llenas de vida como lo está esta tarde...la vida colma todo lo que se ve en escena.En el lago los peces festejan la primavera saltando de tanto en tanto a la superficie.Es como si quisieran ver con sus propios ojos o sentir en sus escamas la luz vespertina de este hermoso día.
Loa animales del bosque andan tranquilamente de un lado a otro,no hay nadie que los haga temblar ni temer por sus crías.
Allí,a la derecha de esos pinos,con sus hermosas piñas brillantes,hay una familia de venados.Es gracioso cómo el pequeñin,en su curiosidad,se adelanta a sus padres..solo para volver luego corriendo a las patas de mamá alce ante el menor ruido.
En lo alto del cielo azul un cóndor enseña a sus polluelos a volar.
Los pájaros,miles de ellos,cantan una entonada melodía al Creador Jehová.
De pronto algo más irrumpe en esta paradisiaca escena:un grupo de seres humanos.
Años atrás,si,décadas ya,ésta irrupción habría causado un revuelo enorme ente los animales que habitan ésta parte del llano y del bosque;los alces habrían huido despavoridos bien profundo en la espesura,buscando cuidar a sus crías.Los pájaros habrían callado su canción y levantado vuelo instintivamente buscando poner la mayor distancia entre sus frágiles cuerpitos y el amo de la Creación.
Pero desde hacía varias décadas,casi un siglo,el amo de la Creación había cambiado,ya no era dañino ni agresivo con sus vecinos de planeta.
Este hecho no había pasado desapercibido a los animales,pues ellos mismos habían experimentado un cambio,un gran cambio.
Los animales más viejos,entre ellos un loro del Paraguay,orgulloso de sus magníficos colores,recuerdan que un día el cielo se puso negro y amenazador.
Su sabiduría instintiva les hizo percibir que aquello no era solo una tormenta ordinaria
El loro recuerda haber estado comiendo en un naranjal,cerca de una gran ciudad,cuando un estruendo ensordecedor lo hizo levantar vuelo precipitadamente y dirigirse a la arboleda.Mientras remontaba altura giró su cabeza hacia la ciudad y pudo ver cómo se desplomaban su grandes edificios,ente ellos esos desagradables cilindros que se erigían hacia lo alto y arrojaban un horrible humo gris,a veces negro.
Recordó como ese humo había caído en forma de cenizas sobre un maizal y muchos de sus compañeros murieron inexplicablemente después de comer aquel maíz.
El memorioso loro contaba desde una rama de un árbol a una bandada de periquitos,mirlos,gorriones y una familia de Pandas que comían tranquilamente hojas que había traído de otro árbol,estos sucesos precisamente cuando el grupo de humanos entró al claro del bosque.
_"Miren,a eso me refiero,observen que ninguno de ellos trae esos tubos largos que arrojaban fuego y humo y que hacían mucho ruido y que tantas vidas costó a nuestros hermanos"
_"Si-dijeron los Pandas-tampoco tienen esas sierras ruidosas con las que talaban nuestros árboles y con las que nos dejaban sin casa ni comida".
_"Bueno,hay que reconocer amigo loro-dijo uno de los mirlos-que los animales del bosque también han cambiado mucho.Ayer vi una cosa increíble;corderos acostados al lado de lobos y osos comiendo pasto junto a las vacas!!.
_"Es cierto mirlo,hasta yo siento ese cambio;antes me gustaba destrozar las cosechas de los hombres picoteando aquí y allí,arruinando el maíz y las naranjas de los hombres,pero ahora...ya no me atrae eso,solo como lo necesario,muchas veces lo que ellos mismos me dejan apartado para mi y mis hermanos".
Algo había pasado desde ese día que los animales recordaban,un cambio en el hombre y las bestias.
Pero,¿que hacía aquel grupo de humanos en ese claro del bosque?.
Las aves y los pandas miraron maravillados cómo el cachorrito de los alces corría a encontrarse con uno de los cachorros de los humanos que le ofrecía cosas para comer.
_"¿Podemos ir papá?¿podemos?,di que si!"-dijeron entusiasmadisimos los pequeños panditas.Su padre cruzó una mirada con mamá panda y les respondió_"vayan hijos,no hay ningún peligro con esas personas".
Locos de alegría,los panditas bajaron del árbol para jugar con los cachorros de humanos,y también con toda otra persona que quisiera alzarlos y hacerles mimos,ya se sabe como son los pandas de cariñosos.
Los demás habitantes del árbol,sonreían al ver aquella escena,pero se quedaron para seguir escuchando al loro que era persona muy erudita y odiaba que lo dejaran hablando solo.
_"Cuentenos más señor loro,¿a que cree Ud que se debe todo este cambio,incluso en nosotros mismos?"-preguntó uno de los gorriones
_"Bueno,estoy convencido de que tiene que ver con aquel día que les conté,porque fue después de eso que empecé a ver,de hecho a sentir esos cambios.Desde aquel día no vi más ese desagradable humo que venía de la ciudad,es más no vi más a ninguno de esos cazadores que venían en vehículos lujoso a internarse a pie en el bosque para cazar venados y otros animales...les voy a contar una historia:Cuando yo era joven,allá en mi país natal,el Paraguay,trabé amistad con un puma.
Si,aunque les parezca mentira,aun en aquellos tiempos,muy de vez en cuando,se formaban amistades entre depredadores y depredados.
Todo vino como consecuencia de una gran inundación en el alto Paraná.Llevaba lloviendo mas de cinco días y todo era agua;yo cometí la imprudencia de salir del nido y me perdí.Cuando creí que estaba todo acabado alcancé a ver un embalsado,es decir una isla de camalotes y otras plantas acuáticas que navegan a la deriva.
_"Antes de morir mojado y de frío,es preferible bajar y ver que pasa"-me dije.
Cuando sentí aquel suelo blando bajo mis patas,me di cuenta que no era el único habitante de aquella improvisada balsa.
Como dos brasas ardientes,brillaban en la oscuridad los ojos de un puma americano o "yaguareté"como le decimos en guaraní,mi idioma materno
_"Hooo-la"-dije temblando hasta la última pluma,pero el puma no contestó_"Mbaépa reikó,yaguareté"-le dije en guaraní,por si no me había entendido el primer saludo.
Pero el puma tampoco contestó,entonces caí en cuenta de que era muy posible que llevara allí días y estaba muy débil para siquiera hablar,lo cual me tranquilizó empero también me dio pena.
Como podía volar,fui hacia unos arboles de guayabas y le traje algunas frutas,todas las que pude y en un caparazón vacío de tortuga le traje agua,y agotado,me dormí.
Al día siguiente,el sol estaba muy alto y había dejado de llover,cuando desperté.
El puma se lamia una pata y estaba echado de lado,se había comido todas las guayabas y tomado toda el agua,se veía mucho mejor que el día anterior.
_"Oh no,ahora que está bien seguro me va a comer"-pensé.
_"Hola lorito,cómo estás?-me dijo lo mas campante
Yo quedé con el pico abierto sin poder decir palabra.
_"Vos fuiste el que me trajo comida,¿verdad?,¿que eran esas frutas redondas,amarillas por fuera u rojas por dentro?,¡estaban riquisimas!"
_"Gua-ya-bas"-dije yo tartamudeando.
_"Me salvaste la vida guacamayo,te estoy muy agradecido"
_"Entonces...no me vas a comer?"
_"¿Comer?,no que va!,a partir de hoy te prometo que no voy a comer carne,en honor a mi pajarito salvador"
Y así fue,desde aquel día nos hicimos inseparables,andábamos de aquí para allá,yo le enseñé a comer guayabas y naranjas y el me enseñó a saltar muy lejos impulsado por mis patas.
Fue precisamente eso lo que un día me salvó.Frecuentemente solíamos ver a cazadores en el bosque.Cazaban venados,tigres,pumas...de hecho mi amigo me contó que ,siendo el cachorro su madre había perecido de esta forma.
El decía,que dentro de todo,quizás estaba bien,que los hombres cazaran_"después de todo,¿no hacemos lo mismo nosotros cuando cazamos animales para alimentar a nuestros cachorros?¿no son los amos de la creación?"-solía decir_"si nos necesitan para alimentar a los suyos..está bien".Un dia estábamos en un claro del bosque,cuando me pareció oír el "crak" de una ramita,como estaba arriba de un árbol no me preocupé demasiado,pero enseguida pensé en mi amigo el yaguareté y mire hacia abajo,en efecto venía corriendo con los ojos desorbitados y me gritó_¡"corre,corre,guacamayo,son los cazadores!.Con todas las fuerzas de mis patas me impulse hacia arriba,aleteando y como una flecha me elevé por encima de la copa de los árboles,cuando sentí un terrible ruido:_:"¡blam!¡blam!"y un lastimero rugido.
Miré hacia abajo y vi a mi amigo con los ojos abiertos mirando hacia arriba con un gran manchón rojo entre sus ojos.
Lloré mucho mientras me alejaba y aquella noche arriba de un ceibo recordaba lo que mi amigo solía decir_"si es para alimentar a sus cachorros,está bien",y a medias me conformé.
Al otro día quise acompañar a mi amigo muerto tan lejos como pudiera,sabía donde solían acampar los cazadores,así que me acerqué allí...detrás de un vehículo vi el cuerpo inerte de mi amigo,el puma.
Los seguí desde el aire hasta llegar a un pueblo,allí el cazador lo dejo en una casa y se fue,yo regresé al bosque por esa noche.
Un par de días después,casi al atardecer,me acerqué a la casa del cazador y me asome por una de las ventanas.El corazón me dio un vuelco ante lo que vi;allí,en la pared estaba la cabeza de mi amigo y la de muchos animales,cuyos ojos estaban brillantes,pero sin vida.
El cazador presumía delante de sus amigos,diciendo que lo había matado hace apenas unos días.Me alejé indignado,volando lo mas rápido que podía hacia el bosque,pensando en mi pobre amigo que había perdido su vida y yo su compañía,solo para satisfacer el ego de un petulante ser humano que abusaba con ser el amo de la creación.Desde ese día odié a los seres humanos por su egoísmo"
El relato del loro conmovió a los oyentes,sobre todo a los mirlos que recordaban que uno de sus parientes había sido bajado del nido por un certero hondazo de un pichón de humano.
_"Bueno amiguitos,no se pongan tristes,todo eso ya pasó.Los hombres han cambiado,no se debido a que,pero han cambiado"
_"Yo si lo sé"-dijo uno de los periquitos que hasta ahora había permanecido callado.Todos lo miraban expectantes,como interrogándolo.
_"Verán,a diferencia del señor loro,que pasó toda su vida en el bosque,yo pasé toda mi vida entre seres humanos"-"¡en una jaula!"-interrumpió el loro-"Si,aunque no me puedo quejar,porque aquella familia me trató muy bien,incluso me consiguió la que es mi compañera"-dijo el periquito,pasando su ala por el lomo de la periquita,quien no pudo evitar sonrojarse._"Aquella familia me enseñó varias cosas,me hicieron aprender algunas palabras del idioma humano.una de ellas l,la mas hermosa de todas:"JEHOVÁ DIOS,EL CREADOR".Aquella familia siempre hablaba de que vendría un día en que Jehová Dios,el Creador,se cansaría de los hombres malos,como los que mataron a tu amigo,señor loro,y traería un juicio.Un día en el que destruiría a todos los que estaban arruinando la tierra y luego traería maravillosos cambios en los Hombres y en los animales.Ese día que tu recuerdas,señor loro,ese día en que viste derrumbarse aquella ciudad y sus fabricas que contorneaban,ese fue el día de venganza prometido por Jehová Dios ,el Creador,y estos humanos que vemos jugando con nuestros cachorros y nuestros pichones sin miedo alguno,son los que sobrevivieron .Ellos fueron distintos,nunca aprendieron a matar,ni a los animales por simple deporte,ni mucho menos a matarse entre ellos en guerras.Por eso Jehová Dios el Creador los conservó con vida en aquella destrucción.El viejo loro quedó impresionado por todo lo que había contado el periquito y repetía vez tras vez ;_"Jehová el Creador,Jehová el Creador",Siempre pensé que existía un ser supremo,sabio y amoroso,que nos había hecho,y creo que ahora que lo pienso,siempre supe en mi instinto,que se llamaba Jehová.
_"Que habrán venido a hacer estos buenos humanos"-pregunto mamá panda
La respuesta se dejó ver enseguida.
_"Miren,parece que están buscando algo abajo de las hojas-dijo el mirlo-¿que puede ser?"
_"No lo se,antes aquí había uno de esos lugares donde los humanos ponían a sus muertos,y luego colocaban unas piedras que decían sus nombres,quizás sea eso lo que están buscando debajo de las hojas secas"-dijo el loro.
_"Miren que cosa mas extraña está sucediendo ahora!,esas personas que se levantan desde el suelo..antes no estaban allí!
_"Si-dijo el periquito-esa es otra de las cosas que aprendí con aquella familia;Jehová Dios,el Creador,resucitaría a todos los humanos muertos que lo merecieran,algunos para que continuaran sirviéndole,otros para que aprendieran a servirle,a estos también se les ensenaría a vivir en paz unos con otros y con la creación
_"Quiere decir-dijo el loro-que nunca mas los humanos serán perjudiciales ni dañinos y que nunca mas perderemos a nuestros amigos y hermanos porque los maten cruelmente?"
__"Nunca mas!-dijo el periquito.
_"¡Que maravilloso Dios es este,nuestro Creador!-exclamó el viejo loro emocionado-vamos,vamos amigos,unamos a nuestra forma a ese hermoso canto que están cantando los humanos,porque de seguro es un canto de alabanza y gratitud a nuestro Dios y Creador"
Las aves y los pandas bajaron del árbol y se unieron a los humanos que se abrazaban a los recién resucitados.El loro incluso se posó sobre el hombro de uno de ellos
Y mientras la tarde asomaba a su ocaso,y aquel feliz grupo de humanos y animales se alejaban cantando una canción a su Creador,el periquito,abrazado a su periquita recordó algo mas que había aprendido con la familia de Testigos de Jehová con la que había estado,uno de los niños siempre le leía el Salmo:148:7,10 y 13:"Alaben a Jehová desde la tierra,monstruos marinos y profundidades acuosas todas,animales salvajes y animales domésticos todos,cosas que se arrastran y pajaros alados.Alaben ellos el nombre de Jehová,porque solo su nombre es inalcanzablemente alto.Su dignidad está por encima de tierra y cielo"_"Hoy ha llegado ese día"-exclamó el periquito y se lanzó al vuelo a unirse a esa feliz camaradería de hombres y animales,alabando al Creador,Jehová.
FIN
